Saturday, February 03, 2007

10 AÑOS... TODO UN CICLO

Este febrero ha estado cargado de emociones y no es para menos, pues hace 10 años, el 1ª de febrero abríamos por primera vez las puestas de Megaviajes y yo me convertía en empresario del turismo.

Los recuerdos vuelan entre sonrisas y lagrimas, mis pensamientos desde el miércoles han dejado salir todos los sentimientos posibles, la emoción y el orgullo que siento de cumplir esta etapa. Se cierra un ciclo importante en mi caminar y la madurez comienza a darme la paz de saber que la suma es positiva.

Recordábamos con mi equipo cuando partimos, una oficina hermosa en el flamante recién inaugurado Edificio Empressarial, Huguito con su lealtad y confianza nos seguia y Marga, Rossana y yo teníamos nuestras parejas con nosotros en tan importante paso que dábamos, hoy los tres estamos sin esas compañías, que también hicieron su aporte para lanzarnos al mundo de los negocios, un agradecimiento especial a Maria Cristina (mi Gringa), Juan y Vicente.

Mi hija como siempre en lo grandes momentos conmigo y un jarrón que hoy adorna mi living es el recuerdo de una de sus compras para tan importante ocasión y que sería un símbolo en la decoración de mi oficina.

10 años todo un ciclo, dando y dándome trabajo, creando y creciendo en lo profesional y en lo personal, innovando en lo mío, los viajes, al comienzo los primeros en estar ubicados fuera del nivel de la calle, en el séptimo cielo con una vista espectacular al Puerto y playa Chinchorro, después en Colon intentando crecer a través de una fusión de empresas que no resulto de lo mejor y ahora esta nueva propuesta en donde mezclamos los viajes con los sabores del Café del Mar, los libros e Internet, siempre con un desafío nuevo que me hace estar despierto y atento a la vanguardia.

10 años todo un ciclo, para hacer un balance y proyectarse al mañana, que nunca es fácil por lo incierto, pero que excita y me mueve a reinventarme y seguir siendo el arquitecto de mi propio destino… y otra vez Amado Nervo salta a mi memoria como el jueves cuando daba gracias por este tiempo y “En paz” era mi cántico de agradecimiento.

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo vida,
porque nunca me diste, ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi duro camino
que fui el arquitecto de mi propio destino,
que si extraje hieles o mieles de las cosas,
fue porque en ellas puse hieles o mieles sabrosas.
Cuando plante rosales coseche siempre rosas,
cierto a mi lozanías va a seguir el invierno,
mas tu no me dijiste que mayo fuese eterno.
Halle sin duda larga las noches de mis penas,
en cambio tuve algunas santamente serenas,
ame, fui amado, el sol acaricio mi faz,
vida nada me debes, vida estamos en Paz.